¿Cuales son las diferencias?
Tanto si estás contratando como si eres tú el que busca trabajo, seguramente habrás escuchado los términos “beca” o “contrato formativo” de forma intercambiable, como si fuesen sinónimos. La verdad es que a efectos prácticos y normativos no lo son. Pero no te desesperes, lo cierto es que las diferencias son fáciles de entender, y aquí te las contamos para que estés más informado que el mismísimo Ministerio de Trabajo.
Existen dos modalidades de contratación en estos casos: Becas, y Contratos Formativos.
Aquí te los explicamos de forma fácil:.
Becas: Imagina que tienes a Pedro, un candidato que aún no ha terminado sus estudios, y busca entrar a vuestra empresa. Pedro quiere empezar a trabajar y ver la realidad con sus propios ojos. Por esto, le ofreces una beca. Esta beca no es un contrato como tal, sino un acercamiento a vuestra empresa mediante el cual Pedro empezará a obtener experiencia profesional.
Sin embargo, por no tener un contrato, vosotros no podeis retribuirle. Pero al pobre Pedro no lo vamos a dejar con las manos vacías, Por esto, vosotros le vais a ayudar a pagar sus estudios, y así le remuneráis su trabajo.
Los becarios carecen de una relación laboral. Sin embargo, como trabajar gratis ha ido perdiendo popularidad en los últimos años, se ha introducido el término de beca remunerada. Esta remuneración se da a través de una “ayuda al estudio”, pues técnicamente el becario, por su situación legal, no puede recibir un sueldo ya que no cuenta con un contrato. Esta modalidad de contratación se ha venido popularizando, por lo que el gobierno busca regularlo mediante el futuro “estatuto del becario”. Por tanto, cambiará próximamente.
Contratos formativos: de acuerdo con el artículo 11 del Estatuto de los Trabajadores, existen dos tipos, los contratos de formación en alternancia y los contratos formativos para la obtención de la práctica profesional.
Contrato de formación en alternancia:
Dejemos a Pedro con su beca, y vamos a imaginar ahora a Pepa, quien parece ser perfecta para el puesto que estáis buscando pero no tiene ningún tipo de titulación superior ni universitaria. Sigue estudiando, por lo que necesita alternar sus estudios con el trabajo. Por eso, le ofrecéis este contrato de formación en alternancia, porque no cuenta con la cualificación necesaria para el nivel que buscáis pero sí tiene todo el talento ( como todos los candidatos de aurorajobs). A Pepa sí que le podéis pagar porque sí es un contrato laboral con derecho a salario. La particularidad de este contrato es que podéis quedaros con Pepa desde 3 meses hasta 2 años, y tiene un mínimo de horas de trabajo efectivo.
Es decir, utilizamos este tipo de contrato cuando el candidato no tiene las cualificaciones necesarias y no cuenta con un título superior o universitario.
Contrato de Prácticas:
¡Que la hermana de Pepa, Fulanilla, sí que se ha graduado!. A ella sí que le puedes ofrecer este contrato, pues este se destina a aquellas personas que han adquirido recientemente un título universitario o formación superior y que buscan poner en práctica los conocimientos que han adquirido. En este contrato de prácticas (curriculares o extracurriculares) no hay formación teórica como el anterior. A Fulanilla le podéis ofrecer una retribución inferior a la de un trabajador en condiciones de contrato indefinido con una duración de entre 6 meses y 1 año.
Adicionalmente, una persona solamente puede formalizar sus prácticas dentro de los 3 años siguientes a haber finalizado sus estudios (5 si se trata de una persona con discapacidad).
Contratar talento joven no solo es fácil y beneficioso para las empresas, sino también es un proceso con diversas opciones que buscan el mejor escenario para el candidato y para la empresa. Ya puedes decidir si quieres un Pedro, una Pepa o una Fulanilla en tu equipo. Sin embargo, ten en cuenta que la legislación laboral se encuentra en constante cambio, así que síguenos para enterarte de todo lo que necesitas saber para la contratación de talento joven en nuestro país.